martes, 1 de octubre de 2013

Capítulo 1

                                         Aegon


Era la mañana de su décimo segundo día del nombre e iba a adentrarse en un lugar al que no había ido jamás, hasta hoy. Aegon quería que lo acompañara su hermana mayor Visenya, por lo que no iba a ser una aventura cualquiera. Ella siempre hacía que todo fuera más peligroso y emocionante.

Tenían intención de adentrarse en las montañas que estaban al Noroeste de la isla, un lugar al que tenían más que prohibido ir. Bueno, en realidad tenían prohibido ir más allá de lo que alcanzaba la vista de su padre, Aerion, Señor de Rocadragón.

Era un hombre de aspecto serio y firme, el hombre más alto que Aegon había visto nunca y sin duda el hombre que el pequeño Targaryen más admiraba. Era todo lo contrario que Velena, su madre. Ella era la persona más dulce y bonita que él conocía, tenía un rostro de aspecto angelical, suave y cálido, que siempre estaba acompañado de una sonrisa.
Era el favorito de su madre,  y eso se notaba a la hora de recibir mimos y cariño. Aegon era su niño, su pequeño dragón.

Aegon también tenía una hermana pequeña, Rhaenys, muy diferente a Visenya. Era como todo doncella que estaba en la corte, siempre correcta y buena, haciendo caso de las tareas que les mandaba la Septa. Visenya era todo caos y diversión. A ella le gustaban más las espadas y las aventuras, como a Aegon, lo que hacía que estuviesen muy unidos.

Las estancias de los tres niños estaban unidas por un gran balcón de piedra, recubierto por enredaderas.
Antes de que el sol anunciase el nuevo e importante día, él ya estaba listo para la gran expedición. Lo tenía todo, sus botas de cuero, su pantalón negro y su jubón, rojo targaryen con el emblema de su casa bordado en hilo blanco a la izquierda.

Añadió dos cosas más a su vestimenta. Una pequeña daga de acero valyrio que le había regalado Thomas el herrero en su anterior día del nombre y un amuleto. Un colgante de madera  hecho por su madre con forma de dragón. Lo ocultó debajo del jubón y abrió los postigos de la ventana con cuidado, sin hacer ruido. Allí lo esperaba ya Visenya.

-Feliz día del nombre, joven dragón- Dijo ella a la vez que le besaba en la mejilla de una manera muy cariñosa.

-Gracias, hermanita –Respondió Aegon con una sonrisa- ¿Estás preparada?

-Llevo preparada mucho tiempo…

Se adelantó a Aegon y comenzó a descender por las enredaderas hasta El jardín del Ocaso, el jardín que rodeaba toda aquella zona. Aegon la siguió. El viaje comenzaba.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho ojala tb te inspires en danaerys y escribas algo de ella

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  2. Holaa!
    Me encanta! Es genial que hayas decidido escribir sobre Aegon, Visenya y Rhaenys antes de la conquista.
    :)
    xoxo

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    1. Hola! :)
      Me alegra mucho leer comentarios como el tuyo, me hacen ilusionar más aún si cabe.
      Muchas gracias, de verdad, señorita Romanova ^^ un cariñoso saludo!

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